Hace tiempo que quería hacer una reseña de una película de corte bíblico ya que en general son tan malas, que garantizan un buen rato de diversión. Así que me dirigí a la tienda de dvds más cercano y encontré varias opciones: “El mártir del calvario” con el inolvidable Enrique Rambal, “Marcelino, pan y vino”, la súper taquillera “Pasión de Cristo” , entre muchas más. Me decidí por una película poco conocida (por suerte) de Claudio Brook: “Jesús, Nuestro Señor” filmada en 1969 con Rita Macedo y Elsa Cárdenas.
Como era de esperarse, la película resultó ser una total porquería, más que una película, parece una pastorela de secundaria. La producción es pobre como pocas, todos los actores traen barbas postizas y pelucas, algunos de los extras de verdad parecen sacados de una selva alejada de la civilización. Con decirles que en la escena del linchamiento de la mujer adúltera, todos los extras traen una piedra en la mano y cuando Jesús dice: “el que este libre, que tire la primera piedra” en lugar de estar viendo a Jesús, ven fijamente a la cámara esperando la señal del director para tirar las piedras al suelo.
El problema con las películas religiosas es que la mayoría de los actores trabajan cargados con una profunda educación católica que al parecer les impide actuar de manera natural. Más que actuar, parece que están declamando los pobres. Con frases exageradamente melosas y sentimentaloides al estilo de: “Le dimos de comer un panal de miel…y un pescado”. La escena en dónde Jesús se aparece a sus discípulos después de la resurrección es un claro ejemplo de esto.
Ni siquiera Claudio Brook sale bien librado de esta versión, y no es que en lo personal no respete el trabajo del maestro Brook, pero díganme ustedes si con esa cara de barbaján mal pagado, puede hacer un buen papel de Jesús. Aparte se la pasa haciendo poses raras durante toda la película; moviendo los brazos, volteando al cielo, poniendo los ojos en blanco…bastante extraño, por decir lo menos.
Básicamente la película se divide en varios puntos nodales dentro de la historia de Jesús, el nacimiento al cual otorgan 6 minutos de la película, su iniciación en la vida pública, 1 hora, 20 minutos de relleno (que el film tiene a bien llamar “La prédica), el juicio, la muerte y la resurrección.
Pero basta ya con las disertaciones y comencemos por el principio…
La primera parte de la película “Jesús, Nuestro Señor” contiene la versión filmada más resumida del nacimiento de Cristo que se haya visto antes, algo así como “En aquellos días…Jesús nace y acabemos con esto que hay otras cosas que filmar”. Está por demás decir que la escena de la matanza de los inocentes está pudorosomante ausente de esta producción, debido tal vez a la austeridad de la misma.
Después de esta primera escena, nos transportamos 30 años en dónde vemos a un joven con finta de hippie llamado “Juan, Juan el apóstol” (sic) que va en busca de un señor “cuyo tiempo era llegado”. (sic) Este señor, era nada menos que Juan, el Bautista.
Después de una pequeña (y aburrida) plática con Juan el bautista, Juan el apóstol es bautizado. En eso, un grupo de malos actores con barbas postizas se acercan a el Bautista y le hacen una especie de pregunta capciosa, a la cual responde de mala gana, El grupo de actorzuelos se aleja diciendo que lo van a acusar con su mamá y con Herodes.
De repente, un coro celestial anuncia la entrada en escena de Jesús que va en busca de Juan para ser bautizado. (Ojo: Esta es una de mis escenas favoritas de la película) Una vez bautizado, Jesús ¡Se convierte en paloma! (así es, relean la Biblia por favor) y se va volando ante la tranquilidad de la muchedumbre, que seguramente ya estaban habituados a este tipo de trucos.
Jesús convertido en paloma se va volando por el desierto, hasta llegar a un monte en donde vuelve a convertirse en Jesús y esta vez, aparece con una paloma en la mano y la arroja al cielo. (La explicación al misterio podría ser que Jesús NO se convirtió en paloma, sino que se hizo microscópico, se montó a una paloma, se fue volando y en el monte volvió a su tamaño real) Aquí pasa algo bastante curioso, ya que el guión seguramente dictaba que Claudio Brook debía soltar la paloma para que se fuera volando al cielo en medio de un haz de luz mientras él la contemplaba extasiado; en lugar de eso, la paloma sólo papalotea un segundo y cae al suelo mientras que el señor Brook no atina si ver para arriba o ver para abajo. Totalmente confundido opta por dar la espalda a la cámara y levantar los brazos y empezar a agitarlos de manera extraña, casi como si se tratara de una película de Bruce Lee.
Mientras Jesús se encuentra en el monte, llegan unos cuatreros vestidos de guardia romana a llevarse a Juan el Bautista por andar hablando mal de Herodes, la multitud en el colmo de la ira, levanta los brazos y exclaman al mismo tiempo: “¡Dejadle, dejadle!”. Ante tal muestra de coraje por parte de la muchedumbre, la guardia no tiene más remedio que llevarse a Juan de todas maneras.
Por ese tiempo, Jesús regresa del desierto y empieza a reclutar a sus apóstoles en una soporífera escena de 10 minutos. Cabe mencionar el esmero que puso la producción en conseguir a 12 actores tan pésimos y con caras de pasmarotes.
Una vez reunidos los discípulos, empieza la parte llamada “Prédica” (o como yo le llamo: “Relleno”) que consiste en poner la mayor cantidad de citas y escenas bíblicas en una hora, veinte minutos. No se crea que las escenas siguen algún orden lógico, ¡No señor! Todo es de una manera disparatada y absurda, llega un momento en que Jesús se encuentra en la escena de los vendedores del templo, y en la toma siguiente sale apresurado a cargar a unos niños para hacer la escena de “Dejad que los niños se acerquen a mi…”. Otra cosa curiosa es que para los escritores del film, al parecer lo único bueno que hacía Jesús (o que al menos lo que hacía con más frecuencia) era revivir a los muertos, ¡Ah, que cantidad de muertos reanimados salen en esa película! Pero si es increíble que no termina de revivir a uno cuando ya esta otro atrás de él.
La película transcurre como todos pueden imaginar; El complot para capturar A Jesús, su juicio, su muerte y su resurrección…pero después de la escena de la crucifixión, cuando todo mundo se prepara para apagar la televisión y huir corriendo de la sala, aparece lo único que puede salvar la cinta “Jesús, Nuestro Señor” de un completo fracaso: ¿Sabe usted de qué se trata? Adivinó: ¡Más Zombies! Al parecer cuando Jesús muere, el cielo se oscurece, la tierra tiembla…¡y los muertos salen de sus tumbas y se van brincando a atacar la ciudad! Aseguro sin temor a equivocarme que esta película tiene más zombies que “Dawn of the Dead”, lo cual la convierte en una delicia para los amantes del género.
De todas las versiones fílmicas que he visto sobre la vida de Jesús (Sin contar la película “Jesus Christ, the Vampire Slayer”), esta es sin duda, la más bizarra y exquisitamente mala. Claro, no he visto “La pasión de Cristo” que seguramente debe superarla por mucho…
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