Fiesta, Fiesta que siga la fiesta. (EL phineas)pinballwizard

-Lic. Wizard, para la junta de hoy en la tarde he pensado que seria buena idea que antes de que usted empiece a hablar con la gente, me deje hacer una introducción en donde les narre alguna anécdota de nuestro trabajo en equipo. Eso creará un ambiente de relajación, ideal para trasmitir las nuevas estrategias de la compañía.

-Muy bien semi esclavo, me agrada tu idea, ¿Qué sugieres?

-Estaba pensando en hablar acerca del caso del cobro de la cuenta a la agencia norteamericana, en donde usted lo resolvió con mucha diplomacia; me gustaría explicarles que es un excelente caso de trabajo en equipo, gracias a su liderazgo, a su entrega y a su sensibilidad.

-¡Eres un Imbécil! (Mientras le aviento una taza de café espresso machiato con una cucharada de espuma de leche), ¿No piensas resaltar mi humildad?

Afortunadamente existen reuniones entre personal de oficina para limar las asperezas de la vida laboral diaria.Etapas de una reunión con la gente (por llamarla de alguna forma) de la oficina.

Primera etapa:
Esta consiste básicamente en recordar a toda la fauna laboral que asistirá el próximo viernes a la “tan esperada” reunión con los compañeros de la oficina. Aquí los involucrados se la pasan diciendo por todos los pasillos al toparse con algún(a) compañero(a) frases como: “¿ya estas listo(a) para el viernes?”, “No vayas a quedar mal…¿¡eh!?”, y así sucesivamente hasta que llega el día cero.

Segunda etapa:
Llegada de los participantes a la ceremonia al lugar pre establecido. Normalmente entre los mismos compañeros siempre hay uno que no pierde oportunidad de ofrecer su casa como recinto de reuniones, fiestas de cumpleaños y posadas. Para fines prácticos los he clasificado en 3 grandes grupos, de la siguiente manera:

A. El homosexual de clóset que desesperadamente busca la aceptación a su asqueroso estilo de vida, y no pierde ocasión de invitar a todos a su “depa”, en donde invariablemente hace acto de presencia “su compañero de departamento”.

B. El empleado de mas bajo nivel socio económico. Normalmente vive en una colonia de cuestionable abolengo y busca desesperadamente quedar bien con “los jefes” para conseguir un ascenso.

C. El empleado más incompetente en la oficina, que busca conservar su trabajo a pesar de su probada ineficiencia. Este individuo(a) apuesta por la simpatía (o la lástima) de toda la gente que trabaja con él.

Una vez que han llegado todos o la gran mayoría, el ambiente es como de boda de rancho, los hombres están de un lado y las mujeres del otro, apenas y se hablan, y las conversaciones entre ambos sexos son similares a las que posiblemente tuvieran Forrest Gump y Nell si es que hubieran sido invitados.

Tercera Etapa:
Se enciende el carbón para asar la carne y al mismo tiempo se encienden los ánimos, se rompe el hielo y abundan conversaciones acerca de recetas secretas de familia para sazonar la carne, recetas milenarias para asarla y referencias obligadas, así como testimonios de la veracidad de los hechos. El consumo de alcohol desinhibe y saca a relucir algunos aspectos de la personalidad de los asistentes.

Cuarta Etapa:
Después de la cena, y la ingesta excesiva de alcohol, ahora si estamos en una verdadera fiesta, los hombres se encuentran lo suficientemente alcoholizados para hablar algún otro idioma, para saberse “hombres de mundo” y ver a las compañeras como mujeres hermosas.

Las mujeres por su parte, ya están jalando al centro del patio al jefe o al compañero más serio (que para estas alturas ya tiene sudadas las axilas y la papada de tanto alcohol que ha consumido) Para “abrir” el baile, empiezan a notar que sus compañeros no “están tan mal” vestidos de civil y hasta les resultan simpáticos, entre ellas nunca falta la compañera que saca los pasos de baile mas “in” y hace que el resto de las mujeres la imiten, llegando a parecer un conjunto de porristas, lo cual en lo personal me parece medio “gato”, pero cada quien.

Ya entrada la madrugada, cuando los ánimos están lo suficientemente caldeados, la música no puede parar, y en grupos de 4 personas o más, se distribuyen entre los automóviles de los asistentes. Para estas alturas ya no importa si el gerente administrativo va sentado en las piernas de Don Juanito, el que cuida los coches en el estacionamiento de la oficina, cualquier intento de diferenciación organizacional seria inútil e ineficaz.

Normalmente se van a algún “antro” a seguir, bailando y tomando, no sin antes gritar “maricón” a aquel que no se les une en la post fiesta. Una vez en el lugar, los bailes dejaron de ser sugestivos para pasar a ser excepcionalmente explícitos, la fiesta sigue hasta que los corren del lugar, ya no hay nada por ocultar, se reparten en parejas para irse –ahora si- cada quien por su lado y con lo que alcanzo a agarrar, y pueden enfilarse al departamento de alguno de los dos o ya de perdida al motel mas cercano.

Una noche de copas, una noche loca.

Etapa final:
Normalmente inicia a las dos de la tarde del siguiente día, unos la inician sobre sus propios vómitos, otros con sus heces fecales justo en la entre pierna, algunas mujeres la inician con los calzones a la altura de las rodillas mientras un hombre toca a la puerta y dice “se acabaron las 5 horas”.
El resto del día cada quien se la paso tratando de armar el rompecabezas de flash backs que pasa por su cabeza, tratando de recordar que paso primero y que paso después,

El lunes a las nueve de la mañana, el ambiente es de silencio y prácticamente nadie es capaz de mirarse a los ojos, los más osados se juntan a platicar en voz baja de sus aventuras del fin de semana después de la fiesta, pero en general nadie emite comentario oficial acerca de lo que sucedió en la fiesta, en parte por que se avergüenzan de sí mismos y también por otra parte por que no recuerdan gran cosa.

No falta el que le pide a su mama o esposa que hable para reportarlo como “muy enfermo” y que no podrá asistir a trabajar, pero en general el recuerdo de la fiesta es muy borroso y casi nadie podría decir a ciencia cierta que fue lo que sucedió, solo escuchan esa vocecita en sus cabezas que les dice que “Todos, todos se dieron cuenta”. Así seguirán los próximos días hasta que poco a poco vuelva todo a la normalidad y el recuerdo de esta reunión se haya desvanecido por completo junto con las pocas neuronas que les quedaron, ya que en un par de meses será la próxima fiesta de cumpleaños y/o la posada de la oficina, a la cual todos asistirán con ánimos y desvergüenza renovada.

Todo esto lo sé por que me lo platicaron, no por que yo haya asistido. Quiero aclarar que nunca he participado en ninguna reunión de esta índole, ni lo volveré a hacer.